Votes For Women

Seneca Falls, Nueva York, julio de 1848.

La lectura de Una declaración de sentimientos ha sido el detonante de la lucha por el sufragio femenino, una pugna que se alargará más de setenta años, que llegará a todos los rincones de los Estados Unidos y que mostrará la fuerza y las dificultades de este movimiento social. ¿Su objetivo? Garantizar para las mujeres estadounidenses un derecho fundamental: el voto.

Votes for Women es un juego asimétrico en el que dos bandos se enfrentan en una lucha política para ratificar o rechazar la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. El bando del sufragismo presionará al Congreso para que proponga la Decimonovena Enmienda y hará campaña para lograr que 36 estados la ratifiquen. En cambio, la oposición intentará impedir que el Congreso proponga la enmienda y, si fracasa, que al menos 13 estados la rechacen. El motor principal del juego son las cartas, que tanto sirven para desencadenar eventos como para repartir influencia en los diferentes estados y presionar al Congreso. Turno tras turno, los jugadores irán repartiendo cubos de influencia por los distintos estados. En el momento en el que el Congreso admita a trámite la Decimonovena Enmienda, aquellos estados con 4 votos afirmativos o negativos son marcados con un tick verde o una cruz roja. Las sufragistas necesitan convencer a 36 estados y la oposición requiere que 13 estados la rechacen.

Aunque el juego está pensado para que un jugador lidere a los opositores y uno o dos a las sufragistas, Votes for women incluye componentes y reglas para gestionar un Opobot y así poder disfrutar del juego en solitario o en modo cooperativo. Además del juego, la caja incluye un montón de material histórico que ahonda en el movimiento sufragista: un suplemento histórico con notas de la autora, reproducciones de telegramas, publicidad y documentos legales, etc. De hecho, uno de los componentes del juego, las fichas que usan los jugadores para volver a lanzar los dados o pujar por las cartas de estratégica, reproducen las chapas que se usaban en la época para mostrar el apoyo o el rechazo a la iniciativa. En resumen, un juego imprescindible para los amantes de la historia y que pone en relieve la lucha feminista para lograr algo que hoy parece de sentido común: que tanto hombres como mujeres puedan ejercer su derecho a voto libremente.