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Gente como usted
Hay un empeño innegable —¿desde el Gobierno? ¿desde las altas esferas de la Iglesia? — en silenciar la obra de Furillo. Del mismo modo que se oculta la muerte a los niños o las cifras... Seguir leyendo
Edad recomendada a partir de 18 años
Hay un empeño innegable —¿desde el Gobierno? ¿desde las altas esferas de la Iglesia? — en silenciar la obra de Furillo. Del mismo modo que se oculta la muerte a los niños o las cifras de suicidios en los noticieros. No les gusta la mierda, no se habla de la mierda. Está mal hablar de la mierda ¿por qué? ¡Porque hace pensar! Contemplar la mierda de manera consciente como parte de un proceso, pone al individuo a reflexionar, y por pocas luces que se tengan, ver unas bellas manzanas o un jugoso trozo de ternera, convertidos en una plasta hedionda, despierta la capacidad de metaforizar del mayor mastuerzo.
En «Gente como usted», amén del retrato sociológico y de la oda al costumbrismo que contiene,es, ante todo, una obra cumbre del cómic escatológico. Tal vez desconozca usted que la palabra «escatología» es un término polisémico. Por un lado se refiere a lo fecal y al estudio de las heces, tal vez sea esta su acepción más popular hoy en día; e incluso ha ampliado su significado al campo semántico de fluidos corporales y contenidos «de mal gusto». Por otro lado, la voz «escatología» hace alusión a las creencias religiosas acerca del destino final de la humanidad y el más allá. Y es en esta conjunción semiótica donde el calificativo «escatológico», tan recurrente en las definiciones sobre la obra de Furillo, toma verdadero sentido y se coloca a la altura de lo referido. Toda esa mierda en la que Furillo reboza a sus personajes, esos hectolitros de diarrea en los que baña sus páginas esas andanadas de lefa que lo pringan todo son, tal vez, una sencilla y directa manera de referirse a ese destino final del universo y a lo que nos vamos a encontrar después de la muerte, que tampoco dista tanto de nuestro presente.